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Tipos de clientes que todo agente comercial debe conocer

Por Sergio Pérez,

Conocer bien a tus clientes es tan importante como conocer bien tu producto.
Cada cliente tiene un comportamiento distinto, una forma de comprar diferente y unas expectativas únicas. Identificar qué tipo de cliente tienes delante te permite adaptar tu mensaje, tu estrategia y tu seguimiento, lo que se traduce directamente en más ventas y mejores relaciones comerciales.

Aquí te explicamos, de forma ampliada, los tipos de clientes y cómo trabajar con ellos de manera inteligente.

El cliente constante, pero mejorable

Son clientes que compran con regularidad, pero aún tienen margen para crecer. No generan problemas, pagan bien y mantienen un ritmo estable… pero podrías obtener más volumen si ajustas tu estrategia.

Cómo trabajarlo:

  • Revisa su histórico para detectar picos o bajadas.
  • Propón mejoras en su surtido o productos complementarios.
  • Refuerza el seguimiento antes de sus temporadas fuertes.
  • Muéstrate proactivo: recomiéndale lo que está funcionando en perfiles similares.

Por qué es importante:
Con pequeñas acciones, este cliente puede convertirse en un cliente fiel, aumentando tu ticket medio sin necesidad de captar nuevos.

El cliente ocasional y de bajo impacto

Compra poco, esporádicamente y sin un patrón claro. No siempre es rentable dedicarle muchas visitas, pero tiene utilidad estratégica.

Cómo trabajarlo:

  • Atiéndelo sin invertir más tiempo del necesario.
  • Ofrece productos específicos: liquidaciones, oportunidades, excedentes.
  • Mantén una comunicación básica, pero eficiente.

Por qué es importante:
No sostienen tu cartera, pero sí pueden ayudar en rotación y aportar margen en momentos puntuales.

El cliente potencial (no te compra… todavía)

Te conoce, te escucha, te pregunta… pero aún no cierra. Este perfil es una oportunidad pura si lo trabajas correctamente.

Cómo trabajarlo:

  • Haz seguimiento constante, pero sin presión.
  • Detecta qué necesidad real le frena: precio, confianza, tiempo, decisión.
  • Muéstrale ejemplos de clientes similares satisfechos.
  • Ofrécele una primera operación sencilla y sin fricciones.

Por qué es importante:
Cuando este cliente decide entrar, suele convertirse en un comprador estable. El potencial bien trabajado suele dar relaciones a largo plazo.

El cliente exigente (pero fiel)

Quiere detalles claros, respuestas rápidas y cero errores. Puede parecer complicado… pero si lo atiendes bien, es uno de tus clientes más valiosos.

Cómo trabajarlo:

  • Sé muy preciso en comunicación y plazos.
  • Anticípate a sus preguntas.
  • Llévalo todo bien registrado (pedidos, acuerdos, condiciones).
  • Dale seguimiento cercano.

Por qué es importante:
Porque la exigencia va acompañada de fidelidad y constancia. Si entregas calidad, él te devuelve estabilidad.

El cliente oportunista (solo busca precio)

Compra cuando hay oferta… y desaparece cuando no. No construye relación, pero puede servirte en situaciones concretas.

Cómo trabajarlo:

  • No centres tu estrategia en él: no es estable.
  • Úsalo para rotar productos puntuales.
  • No entres en guerras de precio innecesarias.

Por qué es importante:
Este cliente te ayuda tácticamente, pero no debe ocupar tu agenda ni marcar tus decisiones comerciales.

No todos los clientes son iguales… ni deberías tratarlos igual. La fuerza de ventas se basa en saber qué decir, cómo decirlo y a quién.
Cuando entiendes los tipos de clientes, puedes:

  • priorizar mejor tus visitas,
  • ajustar tu discurso,
  • optimizar tu tiempo,
  • aumentar la calidad de tu seguimiento,
  • y, sobre todo, vender más con menos esfuerzo.

Y con herramientas como Agentes Cloud, tienes toda esta información organizada para tomar decisiones basadas en datos reales y no en memoria.

Organiza, analiza y actúa.
La cartera que se entiende, se rentabiliza.

Cómo conseguir más pedidos de tus clientes

Por Sergio Pérez,

Conseguir más pedidos no siempre depende de encontrar nuevos clientes. Muchas veces, la clave está en sacar mayor rendimiento a los clientes que ya confían en ti.
Como agente comercial, tu cartera es tu principal activo, y la forma en la que la trabajas puede multiplicar tus resultados.

En esta guía te explicamos estrategias reales, basadas en hábitos comerciales efectivos, para aumentar pedidos sin aumentar kilómetros.

1. Conoce el historial de cada cliente (y úsalo a tu favor)

El historial de compras es una mina de información:

  • Qué productos compra cada cliente.
  • Cuánto repite.
  • Cuánto suele gastar.
  • Qué productos dejó de pedir.

Esto no solo te ayuda a prepararte para la visita: te permite anticiparte.
Un agente que llega sabiendo lo que el cliente necesita, vende más rápido y con más confianza.

En Agentes Cloud, esta información se consulta en segundos.

2. Detecta quién está comprando menos

Un cliente que baja su consumo está enviando una señal.
Puede que:

  • Tenga stock.
  • Esté probando otro proveedor.
  • Haya cambiado su necesidad.
  • O simplemente no hayas vuelto a contactar.

La mayoría de agentes pierden clientes por inactividad, no por precio.
Revisar quién compra menos es una de las formas más efectivas de recuperar pedidos.

3. Lleva el producto adecuado en el momento adecuado

Los clientes no suelen pedir lo que no recuerdan.
Por eso, cuando conoces bien el historial y el comportamiento de venta por temporada o zona, puedes recomendar productos que encajan justo cuando el cliente los necesita.

Es la diferencia entre vender… y vender bien.

4. Aumenta el pedido con recomendaciones inteligentes

No se trata de empujar productos, sino de ayudar al cliente a comprar mejor.

Algunas ideas:

  • Ofrecer complementarios.
  • Proponer packs más rentables.
  • Sugerir alternativas de mayor valor.
  • Mostrar lo que está funcionando en otros clientes similares.

Cuando aportas valor, el ticket medio sube de manera natural.

5. Haz seguimiento (de verdad)

El seguimiento no es insistencia: es profesionalidad.
Más del 70% de las ventas se cierran después del primer contacto.

Recordar pedidos, confirmar fechas, enviar información pendiente… todo esto marca la diferencia entre cerrar la venta tú o que la cierre la competencia.

Un buen seguimiento demuestra compromiso, y un cliente que se siente atendido, compra más.

Conclusión: vender más no es cuestión de suerte, sino de método

Los clientes actuales son tu mejor fuente de ventas.
Conocerlos, anticiparte, recomendar con criterio y hacer seguimiento constante te permitirá multiplicar tus pedidos sin multiplicar tus visitas.

Y cuando además cuentas con una herramienta que te organiza rutas, clientes, históricos y actividades… todo se vuelve más fácil.